No te arriendo la ganancia si vas contracorriente, porque piensas lo que haces y en las consecuencias de tus actos, sin contar con su beneplácito.
Se te señalará.
Se dirá de ti.
Te giraran la cara.
Te darán la espalda.
Salirse del rebaño es un esfuerzo continuado, que no tiene vuelta atrás.
Te acusaran de lo que no hiciste, porque su sospecha unirá su rechazo y les hará sentirse mejores que tú.
El criminal eres tú.
El ladrón eres tú.
El que rompe los pactos ocultos eres tú.
Nadie te salva.
Debes alejarte.
Que no te atrapen.
Siguen con su farsa y su chivo expiatorio se escapa.
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