Yo quería ser tú.
Imaginaba que en ti sería distinto.
Que llevar pantalones, que a mí prohibían, me ofrecería lo que no tenía.
Quería tu fuerza.
Tu lugar en el mundo.
Después fue peor. La naturaleza me reservó la regla, eufemismo de menstruación.
Ocultar sangrados. Lavar esos paños fuera de los ojos testigo de padre y hermano. Ponerlos a secar fuera de otras miradas. Callar. Aceptar.
Me metí dentro. Mi gesto fue haciendo su cerco en el entrecejo.
Llegó la sonrisa. Palabras bonitas. Miradas obscenas.
Querer esconderse dentro y caminar con destino cierto. De casa al colegio. Los miedos. La desconfianza. Dejando tiradas pieles de libertad.
Te van haciendo.
Un día despiertas. Pasaron años y no puedes cambiar. Esa fuiste y ahora eres.
El cuerpo se duele. Se va rompiendo y a deshora lo vas componiendo.
Miras a lo que dejaste y lo oscuro de a dónde vas.
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