domingo, 25 de marzo de 2012

El verano prometía

Miro la fotografía que colgué en mi blog, y siento el escalofrío y angosto nudo en el estómago.
En ella, mamá estaba maravillosa.
El verano prometía.
La había encontrado muy segura de sí y animada.
Ella, como yo, renacía con la tierra.
El invierno siempre era su dificultad.
La tenía encerrada en casa.
No podía moverse mucho rato y debía sentarse en algún banco.
Con el frío eso era imposible.
Pasaba largos días encerrada en casa.
Paseando por ella y por la galería.
Cuando estábamos juntas, se animaba.
Ese día jugó con el abanico.
Suerte que le hice fotos, porque nunca más volvió a sentir ese alborozo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bonitos recuerdos de la persona mas importante de nuestras vidas.
Renacer de la tierra y de uno mismo.
Un saludo