El terror nos acosa.
Tenemos que superar el miedo y vivir esperanzados.
El mercado de las armas se lucra con nuestras desgracias.
Falta de tolerancia y respeto que se alimenta con prédicas orientadas a alimentar el odio.
Nos queda el reproche y lamento.
Nos queda la queja.
Nos queda la palabra en muros de lamento.
Que nuestro día transcurra en armonía.
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